El pasado 9 de junio Selena Gomez ingresó en el hospital. Tras una serie de mareos y dolores de estómago. Finalmente todo estaba relacionado con la “comida basura” que ingería. Gran parte de su dieta se basaba en chocolatinas, “chucherías” y bebidas dulces. Además de otra ristra de comidas ricas en grasas saturadas. Tras unos días en observación, finalmente sus niveles se han equilibrado satisfactoriamente. Con la recomendación de que abandonara la ingesta masiva de ese tipo de elementos.
Ahora Selena Gomez ya se encuentra mejor. Pero ¿será fuerte para abandonar las chocolatinas o tendrá que entrar en una clínica para quitarse esa adicción? Bromas aparte, sin duda que las estrellas pop nos sorprenden cada día más con problemas de lo más surrealistas.
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